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trinidad bezanilla

artista visual y gestora cultural - chile

Por: Carolina Espinosa B.

Imágenes: trinidad bezanilla

agosto 2017

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Luego la danza se volvió real, y al representar mi naturaleza; amante y practicante de dicha disciplina, quise poner en juego el cuerpo humano y sus miles de atributos sobre el soporte. Amante de la figura humana, en especial la anatomía femenina, los ideales de la sociedad y prototipos de belleza que esta tiene. Mis mujeres son expuestas en movimientos congelados de ciertas poses que confieren un carácter reflexivo, ellas bailan, el espectador las termina de interpretar.

Obra sincera ya que es la expresión de mis motivaciones internas, sin hacerla obvio, por eso no termino las facciones de las figuras.

Juegos con la figura y el fondo, imágenes abiertas, paleta cromática versátil me ayudan a poner sobre el soporte la máxima expresividad con la que puede manifestarse un ser humano; su cuerpo y el lenguaje corporal

A Trinidad Bezanilla la conocí por las redes sociales, Instagram específicamente. 

Me encantaron sus cuadros, como traspasaba los movimientos y posturas de la danza a la tela y decidí comprarle uno. Cuando pensamos en a que artista chilena podíamos entrevistar para este primer número, teniendo el cuadro delante, que cada día me cautiva más, la respuesta fue automática.

¿Cuáles son tus inicios como artista?

 

En quinto básico me metí a clases de pintura como un ramo extra programático, desde ahí nunca más solté el pincel y dije que quería estudiar arte y ser pintora. 

 

¿Cómo describirías tu trabajo?

 

Soy bien versátil, y creo que lo último que he realizado, ha sido una obra bastante sincera, sin demasiado concepto y súper expresiva, ¡muy yo!

Mi obra tiene dos aspectos fundamentales: el juego desde el movimiento, y la experimentación del material, sacando el mayor partido posible a éste.

Trabaje una época abstracta, donde el material me guiaba a través del movimiento de mi cuerpo, armando composiciones donde primaba la mancha y el color, bastante abstracto. Luego retomé la figura humana, donde prevalecen los movimientos congelados de la danza y la figura humana. 

 

¿En qué te inspiras?

 

Mi máxima inspiración es el cuerpo humano y cómo este se mueve, es perfecto. Soy una amante de la figura humana y de cada una de sus partes y composiciones. Mis clases de danza y mirar mucho la danza en general, me fortalece la creatividad y me dan ganas de no parar nunca.

¿Cómo es un día cualquiera de Trinidad Bezanilla?

 

Mis días son todos distintos, no soporto la rutina, si soy bien matea y todos los días voy al taller pasando la mayor parte del día ahí. Hago deporte casi todos los días, me turno entre la danza, el gimnasio y ahora estoy aprendiendo tenis. Me encanta estar en la casa haciendo nada, solo pensando quizás.

Un artista nunca deja de trabajar, no siempre produciendo obras, pero si todo el día, aunque intentemos descansar estamos pensado ideas, analizando nuestras obras, buscando referentes o bien analizando todo lo que se pasa por delante. En ese sentido es bien agotador. 

¿Quiénes son tus referentes?

 

¡Tengo miles!!! y cada vez más. Desde siempre me ha gustado mucho Gauguin y Modigliani por su trabajo con la figura humana. Me encanta el informalismo de Tápies. El color y forma de Yves Klein, las composiciones de Cy Twombly y así podría mencionar a muchos más.

Entre los contemporáneos me gusta mucho un artista que se llama Alex Kanevsky y entre los chilenos, la mejor dibujante que ha existido en nuestro país, de la cual tuve el honor de ser alumna, Carmen Silva.

 

¿Eres feliz?

 

A ratos, la felicidad es una decisión. Importante es conocer lo opuesto para darse cuenta y valorar los minutos que tenemos de felicidad. Si soy muy agradecida de la vida que me tocó.

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