PLAZAS DE BOLSILLO

Texto: Carolina Espinosa
Imágenes: Gentileza de Carolina Espinosa

Los sitios abandonados que se encuentran insertos en las ciudades, dejan de ser un problema si los vemos como una oportunidad de convertirse en nuevos espacios públicos, mientras se decide qué se hará finalmente con ellos. En Barcelona existe desde el año 2012 un programa municipal denominado "PLA BUITS" (PLAN VACÍOS) que tiene como objetivo dinamizar terrenos en desuso dentro de la ciudad, a través de actividades de interés público de carácter provisional, impulsadas por entidades públicas o privadas sin ánimo de lucro, favoreciendo la implicación de la sociedad en la regeneración y dinamización del tejido urbano. Se trata de actividades de ámbito educativo, deportivo, recreativo, cultural, ambiental y comunitario, entre otros. Una Comisión de Evaluación se encarga de valorar los proyectos, considerando que tengan implicación en el entorno, sean económicamente autosuficientes, incluyan criterios de sostenibilidad ambiental, sean creativos e innovadores y tengan un gran impacto y rendimiento social. Todo esto es fundamental para que estos espacios sean un aporte ciudadano y, por ende, sean cuidados por sus ocupantes.

Chile no se queda atrás. El año 2016, la Intendencia Metropolitana, junto al Gobierno Regional Metropolitano y el Ministerio de Obras Públicas desarrollaron una iniciativa similar a la catalana, transformando sitios abandonados en espacios públicos. Desde el primer recinto en ser inaugurado, ubicado en la calle Morandé justo a un costado de La Moneda, podemos descubrir en distintos sectores de Santiago y también, en regiones, cómo estas iniciativas se han ido diversificando y entregando variadas propuestas a sus habitantes, como la plaza de bolsillo Santo Domingo que fue la primera en tener juegos infantiles, una feria itinerante y un huerto urbano gestionado por los vecinos del sector.

La iniciativa es simple, económica y funciona como "modelo tipo" que puede ser trasladado y reacomodado en otro terreno una vez que el sitio, antes abandonado, obtiene un uso definitivo.