top of page

marcela sabat

Diputada RN Distrito 10 - Primera mayoría entre las mujeres electas en la Cámara de Diputados y Vocera campaña presidencial Sebastián Piñera.

Por: carolina espinosa

imágenes: marcela Sabat

 

Diciembre 2017

Marcela Sabat _revistazotea (1).jpg

La política es necesaria, no hay duda de eso. Hacer “buena política”, sin embrago, me parece algo tremendamente complejo, y no por un tema de gestión, para lo cual sólo se necesitaría tener las capacidades para el cargo, como en toda profesión, sino más bien por el engranaje del mundo político. No basta con querer hacer las cosas bien. Querer hacer cambios en este engranaje, por el beneficio de un país (y no de unos pocos) requiere, en buen chileno, “cuero de chancho”. No soy política, y estoy lejos de serlo, pero siempre he pensado en, de tener la oportunidad, me gustaría plantearle algunos temas a algún político. Alguien que me responda de tú a tú, sin una respuesta tan políticamente correcta. La revista es una buena oportunidad, y Marcela respondía a este perfil, así que la contactamos y ella amablemente accedió.

Es difícil separar lo que eres de aquello a lo que te dedicas, finalmente uno es un todo, pero si tuvieras que presentarte sin decir que eres diputada o que tienes un rol en la política ¿qué dirías?

 

La verdad, para mi es aún más difícil, porque se podría decir que nací en la política, no entré en la política como todos me preguntan. Es súper complicado separar mi rol de diputada o de personaje político, de lo que soy. Toda mi vida profesional la he dedicado completamente a esto, lunes a domingo, hace 8 años. Me cuesta mucho pensar en separarlo, además no puedo decir “soy mamá” porque tampoco lo soy. Sí, te podría decir, que soy una mujer muy alegre, muy optimista, que también tengo mal genio… pero separar mi rol en la política con mi rol como mujer, además, va muy ligado, ya que no sólo es levantarse y hacer la pega bien, sino que además es construir política en Chile siendo mujer. Siendo mujer en un mundo de hombres y en una sociedad que vive la política desde el hombre y para el hombre. No es un rol sólo mío, de 120 diputados 19 somos mujeres, y las que estamos ahí, tenemos que hacer camino al andar. Así que es muy difícil separar, hoy día, mi vida política de lo que soy. Quizás el día de mañana cuando sea madre o cuando ya no esté en primera fila dentro de la política, quizás, voy a poder hacerlo, pero hoy en día es indisoluble.

 

¿Con qué cosas te sientes identificada?

 

Yo creo que en la vida yo he estado marcada por luchas y por la fuerza que uno tiene que ponerle a la vida, no sé…esto se lo saque a mi mamá una vez que la entrevistaron, le preguntaron lo que pensaba de mí. Con su respuesta me dí cuenta de cosas que nunca antes había asociado. Yo nací con pie bot, una mal formación. El pie crece mal, con el hueso hacia adentro y en ese tiempo, año 81, a mi mamá le dijeron que yo no iba a poder caminar, que de 10 operaciones 1 salía bien…

 

El peor escenario…

 

El peor escenario, además mi papá en ese tiempo se quedó sin trabajo, el contexto era súper problemático y no sé, aprendí igual. Yo no lo recuerdo como se lo plantearon a ellos, para mí no había otra opción en la vida. Hay que ponerle huevos a todo, hay que luchar por lo que uno quiere y tiene que salir siempre lo mejor. Fui seleccionada de Universidad Católica en Basquetbol, estuve en todos los deportes, hice atletismo, natación, waterpolo…

No sólo caminaste, sino que fuiste más allá…

 

Además, logré destacarme en cosas que supuestamente no iba a poder hacer, como correr, por ejemplo. Entonces, desde esa premisa, miro mi vida. En todos los aspectos, soy peleadora, o más bien, luchadora porque pelearlo le quita lo bueno. Lo gratificante de cuando uno da estas luchas, porque no es solamente darla y encontrarte con muchos escollos, es el sentido de haberlo logrado y saber que, ante cualquier desafío no hay imposibles. Se van los imposibles si uno enfrenta la vida desde ahí y también tiene que ver, quizás, porque tengo sangre palestina y entiendo que la vida es una lucha constante pero no es una lucha trágica, es una lucha que doy con gusto, con pasión, con fuerza porque el objetivo es mucho más loable. Me doy cuenta, cuando miro para atrás, que siempre he luchado por ser una mujer independiente dentro de una sociedad que te cría machista. Eso es lo que me identifica, poner fuerza a las cosas. Me acuerdo desde muy chica, defendiendo a otros:

”¡Mamá, le están quitando el dulce a ese niñito, no es justo!”. Era como vieja chica.

 

Más que una decisión de querer ser de una forma es lo que siempre has sido, lo que te tocó vivir…

 

No me lo cuestiono. Lo tengo metido como un código interno y fue, con la respuesta que dio mi mamá esa vez que le preguntaron, que me di cuenta, de esta determinación.

Una determinación importante dado que eres un personaje público y no sólo eso, eres un personaje público dentro de un ambiente cuestionado y muy difícil. ¿Cómo lo manejas? Porque debe haber días en que quisieras bajarte del mundo, pero debes seguir por intereses mayores a los tuyos, los de un país.

 

Ufff si…es súper…es que siempre tiene dos caras. He tenido minutos en los que de verdad…uff.. Antes de aceptar ir a la reelección me dije: “Estoy puro tonteando, estoy en el minuto de tomar mis cosas e irme a viajar por el mundo, vender mis cosas y chao”. Es frustrante a ratos, porque muchas veces todos los esfuerzos que se hacen se ven mermados por el error que comete otro. Somos un colectivo y vamos a ser juzgados como colectivo, no te distinguen en ese error. Entonces, sí, hubo un minuto en el que yo en verdad pensaba “me puedo rearmar, puedo dedicarme a otra cosa” pero después, vas a la calle y una señora te agradece la lucha que estás dando. Hay un trasfondo muy bonito cuando vas a la feria o algún centro del adulto mayor y te encuentras con una persona con la que, independiente de quien sea, de donde venga o hacia dónde va, logras conectarte. Eso para mí, es algo mágico y que, por otro lado, no creo que todas las personas lo tengan. Cuando se dice: “Es vocación”, encuentro que son palabras medias cliché, pero creo que efectivamente se nace con eso. 

Lo que está pasando al interior del congreso, de esas elites que manejan todo, también hace que me cuestione. Un ejemplo súper gráfico, cuando yo llegué al congreso, el año 2010, en una charla en la Universidad de Chile con los jóvenes, me preguntaron si alguna vez nos habían dicho como desviar dinero y yo dije que sí. El diario Las Ultimas Noticias hizo una nota y un diputado de izquierda tomo la nota y la puso en los 120 pupitres del congreso. Yo pedí que me llevasen a la comisión de ética para aclarar mis dichos.

Entre no entender mucho en el mundo en el que me estaba metiendo y de verdad como era algo que se escuchaba todos los días, yo normalicé, de alguna manera la situación y en ese minuto, no vi lo grave del asunto. Después de declarar ante el fiscal, nadie me saludaba. Me hicieron la ley del hielo todos los partidos, me acuerdo perfecto, nombre y apellido, me decían “no te puedo saludar”. Eso fue algo que me marcó, porque por un lado nadie me saludaba en el Congreso, pero por otro, recibí el apoyo de la gente, de todas partes. Un apoyo cerrado. Por los medios, por las redes sociales, a través del email. Yo era súper joven, tenía 27años y fue heavy, incluso mi propia bancada, todos con miedo de que yo fuera a declarar en contra de ellos. Ahora, con lo que pasó con Penta y Soquimich, el tiempo me dio la razón. Esto me dio pie para ser quien soy y como he llevado adelante esto. Todos sabían, de antemano, que el tema de las boletas conmigo, no. Otro ejemplo, en el 2014 inicié un proyecto de inasistencia justificada, el diputado que faltara tenía que justificar su inasistencia y si no lo hacía, se le descontaba de su sueldo. Antes tú podías faltar y daba lo mismo, tu sueldo era igual. A mí se puso en la cabeza que esto no podía ser. Como no podía ser proyecto de ley porque se iba a demorar mucho, me fui al comité donde los presidentes de cada bancada toman las decisiones. Había un reglamento y yo pedí permiso para cambiar el reglamento de la cámara de diputados. Se votó dentro del comité y lo logré. Me demoré 4 años. Por eso, a mí me da rabia cuando hay personas que dan luchas a través de proyectos de ley que saben que no van a salir nunca, por ejemplo, cuando hablan de bajar la dieta de los parlamentarios. Hazlo en serio, anda donde la Presidenta de la Republica y plantéaselo, esto es algo que requiere una iniciativa del ejecutivo, no lo plantees públicamente y esperes que se haga solo.

Pasa a ser un tema populista….

 

Claro, planteémoslo desde donde hay que hacerlo, con reformas. Son temas que tienen consistencia, pero hay que hacerlo de otra forma. Yo en este tema, opté por llevarlo a cabo a través del comité y hoy existe la Reforma Sabat, que es odiosa porque hay que justificar cada una de las inasistencias y es algo que en la Cámara del Senado no pasa, a 

ellos les pagan el mismo sueldo vayan o no. En la Cámara de Diputados no es llegar y faltar, como les pasa a todos los chilenos. No es una lucha fácil, muchas veces vas en contra detus pares, pero que a mí me ha dado credenciales y puedo demostrar que mi lucha si es verídica.

 

Te da mayor peso, no sólo con tu propia bancada, sino en general.

 

De todas maneras, ahora lo último, la interpelación contra Blanco (ex ministra de justicia Javiera Blanco) fue súper potente desde las fuerzas políticas como desde la ciudadanía. No había ningún estamento u organización que estuviese en contra de la interpelación. Tuve un gran apoyo de la bancada, pero no te puedo negar que por haber sido yo, una mujer, fue un apoyo un poco tibio en un principio. No así desde afuera, desde la ciudadanía donde siempre hubo respaldo. Yo no hago mucho estos recuentos, lo estoy haciendo ahora contigo, pero claro va marcando una línea que en el fondo me sirve para seguir en esto, y que me motivan para seguir avanzando.

 

¿Qué es lo más políticamente incorrecto de Marcela Sabat?

 

Ser tan alegre. Esto rompe un poco el ambiente político, tan serio. Con esto no digo que haya que restarle seriedad a la política, pero sí creo, que hay que sumarle cercanía. Yo he estado en instancias que han sido muy criticadas, como participar en programas de televisión, donde no cualquier político participaría. Pero que a mí me han dado cercanía con la gente, me ven de otra manera. A mí me dicen “Marcelita” de cariño, no me dicen “Marcelita” de tontita…es un “Marcelita” distinto.

Y eso se traduce en el voto…

 

Sin duda que sí.

 

La mujer más votada en la última elección dentro de la Cámara de Diputados, es la prueba

 

Así es, lo que me tiene muy contenta y agradecida.

 

Cuando saliste Diputada por primera vez, recuerdo que en un diario se burlaban especulando con algo, tan absurdo y machista, como la decoración tu oficina.

 

Si, bueno, eso es algo que pasa en todas partes. Recuerdo la primera entrevista que le hicieron a la Cristina Kirchner. Van y le preguntan cuántos zapatos tiene. A su marido nunca le preguntaron cuántas corbatas tenia. 

 

Absurdo

 

Pero pasa.

 

Como a la Kathy Barriga y eso de pintar en tonos rosados la Municipalidad de Maipú…

 

Imagínate

Estas dentro de los (as) políticos (as) mejor evaluados (as), ¿A qué lo atribuyes?

 

A la cercanía. A no olvidarme nunca que el trabajo de cualquier parlamentario sea donde sea, es estar en la calle con la gente. En terreno. Buscar instancias donde estar más cerca. Siempre contestar yo mis redes sociales. Ahí está mi esencia, en mi respuesta y en el cómo respondo. Incluso a mí en la calle se me acercan personas que me dicen que no son de mi ideología política pero que me respetan mucho y me piden que siga trabajando. Esto es porque me ven en la calle trabajando y porque me ven detrás de la formulación de algunas leyes o fiscalizando, desde lo que está pasando realmente y no desde el ideal. 

 

Es lo mínimo que uno le pide a los parlamentarios, que hagan la pega.

 

La gente, igual hace la diferencia, a pesar de la imagen general de la política. Si fuera por las encuestas, si fuera por la percepción de la gente para con los políticos yo no podría caminar por la calle, pero, al contrario, siempre tengo buena recepción. Con las redes sociales es muy difícil no hacer la pega. La gente está demandando, de manera muy justa, que tu estés ahí. Si no estás ahí, la gente no vota por ti. Que te voten es la mejor forma de honrar tu trabajo. Las personas te están eligiendo para que tú estés en ese cargo. Te valida.

Las personas evolucionamos, o debiésemos hacerlo según lo que vamos experimentando. En política, cambiar de opinión muchas veces no es bien visto. Pensar distinto a lo que pensabas hace 10 años, puede ser dañino para una carrera política. ¿Qué opinas? 

 

Yo creo completamente en la evolución. Uno evoluciona en la medida que va experimentando distintas situaciones, cuando va conociendo distintas realidades y cuando va empatizando con el otro. A mí me paso con el tema de la Ley de Cuotas, yo estaba totalmente en contra. Esta ley, asegura la participación en política en un 40% de un sexo. Obviamente orientado a la escasez de mujeres en el congreso hoy en día, pero que el día de mañana puede ser también para el caso de los hombres. Yo estaba en contra porque creía que el mérito debía estar primero, pero después de estudiar y revisar casos internacionales, me di cuenta que las mujeres no llegan a ocupar la mitad del congreso si no es por la Ley de Cuotas, excepto Finlandia que tienen una cultura que nació poniendo a la mujer y al hombre en paridad. En ese sentido yo cambie mi forma de pensar. Asistí a charlas, estuve conversando con mujeres expertas en el tema, fui a congresos internacionales, estudié sobre el tema y me fui convenciendo. Estando en el mundo político te vas dando cuenta que hay barreras informales que no están en la ley y que la única forma que hay de romperlas es con una ley de esta envergadura. Otro tema, por ejemplo, el matrimonio homosexual. Yo llegué al Congreso con una vida poco experimentada de otras realidades, sin vivir en una burbuja, pero con poco conocimiento de otras realidades, pero a medida que vas creciendo, madurando, vas conociendo a más personas y entiendes. Tampoco es que yo estuviera en contra, pero tampoco estaba a favor. No me lo había planteado. Y sí di opiniones, hace un tiempo, distintas a las que doy ahora. Vamos cambiando con el tiempo y con la experiencia. Hoy día yo no tengo problema de hablar de matrimonio homosexual, creo que es el camino. Lo que sí, voy a poner mucho ojo en el tema de la adopción, creo que en este caso es fundamental el niño antes que la pareja que quiere adoptar. Los derechos de ese niño van por sobre sus padres adoptivos. Es lo que hoy en día me mueve. 

La consecuencia es otra cosa, yo soy parte de la política de derecha de mi país, con mucho orgullo y no tengo ningún miedo en decirlo, y el día de mañana no puedo decir que estoy a favor, por un asunto populista, de una política que no responde a mis ideales políticos, yo creo que por ahí va la consecuencia. La gente que ha votado por mí sabe que soy de una derecha más liberal, más abierta. La derecha tiene un perfil más abierto en lo económico, pero más cerrado en lo valórico. Tiene que ver con un tema generacional, con realidades distintas y uno no puede enjuiciar eso.

¿La política la ves como una carrera de la cual se jubila o es una forma de ver la vida y, por ende, de vivirla hasta el último día de tú vida?

 

Yo creo que uno vive desde la política con ojos de político, eso no se abandona. Estoy hablando desde no dejar que el de al lado sufra una injusticia, como de participar en la elaboración de políticas públicas o legislar. Creo que es una forma de vivir la vida, pero eso no quiere decir que uno esté en cargos políticos hasta la muerte, son dos cosas distintas. Yo también espero poder disfrutar de mi familia cuando tenga, no sé, 70 años y no estar en el congreso legislando. Esa es mi visión, yo creo que la oxigenación en la política, no tiene que ver sólo con la edad si no también con los espacios que uno deja para que otras personas entren. Sí, aportar desde otros lugares porque está en el corazón, en la vibra, en lo que uno camina, respira. Una cosa es vivir políticamente por el bien de tu país y otro es estar eternamente en un cargo político.

 

¿Qué es lo mejor de hacer política en Chile?

 

Sin duda, el agradecimiento de la gente. El estar con ellos y que te digan “Dios la bendiga”, que me digan “tú me encantas” sin haberme visto nunca antes en su vida. A mí, esas cosas, me llenan los ojos de lágrimas. Eso especial que uno genera con la gente, se logra con trabajo, con dedicación y hablar desde tú verdad, entendiendo que para unos puede ser su verdad también y para otros no. Me gustaría que pudiésemos trabajar con respeto, con lo republicano, con entender que todos trabajamos por un bien superior que es Chile, esto es súper escaso. Hoy día el respeto en política, a lo republicano, es muy escaso. Lo republicano, entendido como el respeto a nuestro cargo, a nuestra gente. El respeto es escaso, hay mucho insulto, hay mucho descuido en las palabras. Ahí debemos poner mayor hincapié para poder mejorar todo, en el cómo uno se comunica porque podemos cometer muchos errores, pero cuando hay buenas intenciones se nota. Puedo equivocarme en lo que estoy diciendo, pero si hay buena intención no voy a herir ni voy a insultar a nadie. 

 

El respeto es clave, sobre todo frente a las diferencias…

 

Totalmente, y eso nos falta.

 

Una vez leí una entrevista a una periodista que, frente a una pregunta sobre sus vacaciones, decía que su mayor miedo de salir de vacaciones era que durante ese tiempo sucediera algo que fuera EL episodio noticioso de su vida y ella estuviera en el caribe. Esto evitaba que se pudiera desconectar o disfrutar 100% de sus vacaciones, supongo que a los políticos les debe pasar lo mismo, sobre todo cuando está todo un país mirando. ¿Logras desconectarte realmente en algún minuto? ¿cómo te desconectas del mundo y te conectas contigo misma?

 

Si, terrible…. y sobre todo los fines de semana. Dejas el teléfono una hora, tres horas, o un fin de semana y te das cuenta, por un lado, que pasaron muchas cosas, pero también que nada se derrumbó porque tú no estabas. Cuesta. Cuesta desconectarse. Tengo que saber lo que está pasando. Tengo dos teléfonos, uno que lo tiene todo el mundo y otro que sólo lo tienen cinco personas, así cuando estoy de vacaciones, por ejemplo, desconecto el que tiene todo el mundo y quedo semi conectada con el otro. Y no sólo para poder tener vacaciones, sino también, para tener relaciones personales maduras. Uno debe saber desconectarse del trabajo y descansar la cabeza. Me fui de vacaciones con mi pololo a Tailandia y logré estar desconectada, sobre todo porque allá el día es al revés, son muchas horas de diferencia, así que cuando yo me conectaba daba lo mismo porque no había nadie despierto…claro, a veces me despertaba y estaba la embarrada, pero no había mucho que yo podía hacer si era de noche acá. El descanso de la cabeza se agradece y es necesario. Así que sí, lo logro. ¿Cómo me desconecto? Me desconecto con mi familia, soy full familia, es lo más importante para mí en la vida, con mis amigos, con la naturaleza desde irme a Papudo un fin de semana o a una plaza a comerme una empanada y también, cuando tengo tiempo, sumergirme en la pintura, en el arte.

De poder elegir un ministerio, ¿Cuál elegirías y por qué?

 

Me encantaría el Ministerio de la Mujer o el Servicio Nacional de Menores, que ahora va a cambiar a Protección Especializada. Creo que hay mucho que hacer ahí, que nunca es suficiente pero que es un desafío enorme. Sename y Senama, son dos grupos etarios que están súper olvidados por parte del Estado.

 

Es ponerse en el ojo del huracán….

 

Sin duda, pero sabes qué, a uno le pueden discutir que faltan recursos, pero lo que hay ahí es mediocridad, por eso estoy tan segura de que se puede hacer mejor. Hay que ser responsable y hay que tener diligencia en cómo se administran los recursos. Efectivamente hay un sistema que está viciado, hay que hacer muchas modificaciones, eso está claro. Hay que tener claro cuáles son las modificiaciones que hay que hacer, pero desde el punto de vista administrativo, yo creo que sólo se necesita diligencia. Debe ser complicado, pero no imposible. Y sin duda con algunas modificaciones se les mejoraría la calidad de vida a niños y ancianos que están botados, desamparados y que debiesen ser protegidos por el Estado y no, vulnerados en sus derechos. Todo puede ser mejor a cómo está ahora, lo digo muy responsablemente, sabiendo que es muy difícil pero no imposible. Con los adultos mayores nos falta mucho respeto. El respeto hacia nuestros adultos mayores refleja la sociedad que tenemos, que somos. Me gustaría hacer un trabajo que tenga que ver con eso, con la educación, con cómo, culturalmente, tratamos al adulto mayor, con el buen trato. Hay mucho por hacer.

¿Qué opinas de las campañas políticas? Se ven muchos ataques entre candidatos y pocas idea-proyectos concretos. Personalmente creo que los electores debiésemos ser más responsables con a quien le damos nuestro voto, muchas veces votamos por ideas que no tienen mayor sustento inmediato. Por poner un ejemplo: “Educación Gratis”. Suena bonito y es imposible estar en contra, sobre todo con el nivel de desigualdad que existe en nuestro país. Pero tras esa consigna, yo me pregunto, ¿cómo lo harán? Si hay algo que he aprendido en la vida es que nada es gratis, alguien lo tiene que pagar. ¿Quiénes?  ¿Cómo lo pagaran? La clase media, mayoritaria en el país, siempre es la más perjudicada, sin subvención y con el dinero justo. Entonces siento que, por un lado, hay una irresponsabilidad de nosotros los votantes al no exigirles a los candidatos mayor sustento a sus ideas, porque si tengo educación gratis, pero me suben los impuestos, por decir algo, sumando y restando a fin de mes gastaré lo mismo. Y por otro, los candidatos debiesen hablar con la verdad y decir, por ejemplo, “es imposible que de aquí a 10 años tengamos educación gratis en Chile, pero lo que si podemos hacer es durante éste periodo y el próximo, empezar a legislar para que esto sea realidad en un futuro no tan lejano”. O decir, “¿están dispuestos a tener educación gratis a cambio de pagar más impuestos?” Obviamente esto no es lo que muchos quieren escuchar, pero es mucho más responsable que prometer imposibles o ponerse a sacar leyes sin sustento, engorrosas y que nadie entiende. Quizás el cambio que necesita la política en Chile es eso, re encantar con la verdad, dejar de lado las utopías y discursos que suenan muy bien, pero que son irrealizables en 4 años. Claramente no soy política, y a pesar de que siempre voto, es mi derecho y deber, me gustaría ver campañas con más idea-proyectos que sólo ideas. ¿Cómo crees que debiesen ser las campañas políticas? ¿Es posible tener debates reales de proyectos, o lo ves como algo difícil de lograr? Parece más una declaración que una pregunta, pero es algo que siempre me ha llamado la atención…

 

A ver, estoy completamente de acuerdo con toda tu declaración, jajaja…yo creo que efectivamente el sistema da para que los políticos seamos, me incluyo, aunque no me gusta, pero formo parte del sistema político, facilitistas en presentar ideas. Ideas que son súper populistas pero que no le damos una bajada real en un folleto o en los debates. Así como dices tú, por ejemplo, la “Educación Gratuita” propuesta, nunca fue de calidad. Nadie hablo de calidad. Cómo lo dijo esa vez Nicolás Eyzaguirre, estamos nivelando para abajo. Yo creo que se debería haber empezado de otra manera. Es más fácil para el político decir una bonita frase y con eso quedarse. Además de que el votante no escucha más de 10 minutos la radio, por ejemplo, o no ve el video de Facebook si dura más de 15 minutos, por eso es muy importante no sólo lo que comunicamos sino cómo lo comunicamos. Es tanto el descontento, es tanta la incredulidad y el desinterés que tampoco dan ganas de escuchar. Proponer dentro de este contexto es súper difícil. Cómo planteas una propuesta si nadie la escucha. Siempre debe haber propuestas, frente a la crítica debe haber propuestas, sobre todo si eres oposición. La oposición debe fiscalizar y criticar, pero con propuestas. Si no, no sirve. La crítica pura se la dejamos a los opinólogos, pero yo creo que tiene que ver con una realidad actual: no estamos escuchándonos. Y cómo no nos escuchamos, difícil. Yo, personalmente, intento ser un aporte en los debates, con propuestas en las redes sociales, con escuchar, con responder, con tener una conversación tú a tú cada vez que puedo. Van a seguir habiendo personas que no te quieren escuchar o que no te siguen y, por ende, no saben lo que tú piensas o expones. También pasa eso, que mucha gente opina y dice que no tienes propuestas, pero nunca han investigado si realmente tienes o no una propuesta y de qué se trata esa propuesta.

Con eso me refiero a votantes responsables…porque, por ejemplo, en las dos últimas elecciones todo era educación gratis, pero por más que busqué nunca encontré nada donde se explicara cómo íbamos a obtener esa educación gratis…

 

Hay muchos problemas que, como dices tú, no tienen la bajada que debiesen tener y se quedan en una ideología, que suenan súper bonito, pero a la vez de una manera muy utópica, porque cuando la vemos en la práctica no resultan como debiesen ser. No se plantean en el contexto en el que se va a dar y siempre terminan yendo en desmedro de otra política. Si tú, como votante, estás de acuerdo con eso, perfecto, pero es importante informarse. 

 

Como representante del mundo político, ¿Qué autocritica harías frente la pérdida de credibilidad de la ciudadanía al poder político? ¿Y cómo crees que se puede revertir? ¿se puede revertir?

 

Yo creo que para poder revertirlo se necesitan muchos años de reconstrucción de un sistema que está agotado y que, claramente, con las modificaciones pequeñas que le hagan es difícil que cambie la percepción de la gente sobre el poder. No hemos trabajado como colectivo. Si todos trabajáramos con el objetivo principal de mejorar la opinión pública que se tiene del congreso, yo creo que lo lograríamos. Lo que pasa es que no existe esa voluntad. 

 

Como congreso dices tú…

 

Sí, yo creo que se podría si nosotros nos propusiésemos ese objetivo. Con mediciones, estadísticas, quizás como si fuésemos una empresa, pero somos un congreso donde todo funciona para que se actúe por partes, no como un global. Uno llega a un sistema que ya está en marcha, aprender a moverse e intentar cambiarlo, es difícil. Por mucho que quieras hacer las cosas distintas te insertas en un sistema donde peleas por cambiar las cosas internamente, pero donde, además, tienes que hacer tú trabajo por un país.

 

Que piensas ¿los seres humanos estamos evolucionando o involucionando?

 

Yo creo que depende desde donde lo miremos, en el tema medio ambiental, por ejemplo, creíamos que lo estábamos haciendo bien y a veces parece que vamos peor. Se contraponen dos pensamientos, el mas individualista contra aquellos que buscan vivir más en comunidad. Tampoco nos podemos dar latigazos por querer avanzar y equivocarnos. Necesitamos tener más sentido de colectividad, dejar de querer ser el primero, el mejor, sin importar lo que pasa alrededor, pegando combos…uno sobrevive, pero sobrevivir solo…para qué. El emprendimiento es un buen ejemplo de esta evolución en el sentido de avanzar en comunidad, pero, por otro lado, frente al mismo emprendimiento todo el aparataje público pareciera ir involucionando, porque en vez de facilitarles las cosas lo único que hace es echarlos para abajo. Bueno, todo va depender hacia donde lo enfocamos, pero creo que hay un poco de ambas cosas.

Te emociona 

Los niños

 

Un olor que amas 

Tierra mojada

 

No sales de tu casa sin 

Mis anillos

 

No puede evitar reír cuando 

Humor Negro

 

Tú mayor virtud 

La alegría

 

Un libro que te marcó 

El Hombre en busca de sentido

 

Una canción para subir el volumen 

Cualquiera de Shakira

 

Netflix o Spotify 

Netflix

 

Twitter o Instagram 

Instagram

 

Café o Té 

Café

 

Quién te inspira 

La gente que veo todos los días. Gente muy sacrificada, que salen adelante con todo en contra. Los adultos mayores. Ellos son para mí, los verdaderos héroes, héroes anónimos. Para ellos inventé un premio, una medalla con la cual destaco a estos adultos mayores de Ñuñoa y Providencia. Con esto, les hago un reconocimiento, yo como Diputada de la República les agradezco a ellos lo que han entregado a este país. Ellos son quienes me inspiran a diario.

bottom of page