ISIDORA VILLARINO

Artista Visual
Por: Carolina Espinosa
Imágenes: Gentileza de Isidora Villarino

Hace un tiempo fuimos invitados por la Galería NAC a la inauguración de una exposición de una artista que no conocíamos. Su obra nos cautivó. ¿Son dibujos? ¿Son fotografías? ¿Es una mezcla de ambas? ¡Son dibujos! A través de ESTRUCTURAL, la obra expuesta, descubrimos a una artista visual con un talento único para mostrar algo tan cotidiano, como un edificio en construcción, que en nuestro inconsciente aparece como algo tosco e invasivo, de forma sutil y delicado. Esa artista es Isidora Villarino.

¿Cómo y cuándo nace tu interés por el arte?

Desde chica me gustaba mucho lo manual, además de tener cierta obsesión por todos los materiales asociados. Creo que, inconscientemente, fui haciendo un camino en el arte desde siempre, me metí a clases de pintura y dibujo muy chica, participaba en concursos y así me mantuve ligada de alguna u otra forma al arte.

Estudiaste arte en la Universidad Católica de Chile, pero tu obra tiene un enfoque directo hacia la arquitectura ¿Cómo llegas a esta temática y qué es lo que te parece tan atractivo de esta disciplina, la arquitectura?

Trabajo con estructuras más que con la arquitectura propiamente tal. Me interesa analizar la disposición de éstas en el espacio, la incidencia de la luz sobre ciertos lugares o construcciones y la manera en que dicho efecto influye en la creación de nuevas perspectivas o composiciones. Es por esta razón por lo que trabajo principalmente con blanco y negro, pues me interesa hablar de luz y sombra como elementos fundamentales en la composición de una imagen.

De todas formas, la arquitectura es algo que me atrae. Mi trabajo se desarrolla a partir de los lugares en donde me desenvuelvo a diario: la ciudad, el espacio urbano y por consecuencia, la arquitectura, espacios que inherentemente generan sensaciones, identidades y cuestionamientos que finalmente son puntos de partida al minuto de desarrollar un proyecto.

¿Quiénes son tus referentes?

La realidad ha sido desde siempre mi referente y la representación, lo que define mi manera de trabajar.

Tus composiciones están muy bien trabajadas, en ESTRUCTURAL, por ejemplo, muestras construcciones de edificios en obra gruesa, imágenes que suelen ser muy pesadas, pero que a través de la superposición de dibujos parecen más ligeras ¿Qué buscas generar en el espectador?

Es exactamente eso lo que busco generar en el espectador, la dualidad entre lo que una estructura genera en vivo a nivel sensorial y cómo ésta sensación es capaz de transmutarse según la manera en que se representa dicha estructura. Personalmente muchos de los elementos toscos presentes en la ciudad, como el cableado eléctrico y materiales de construcción como el fierro, metal y hormigón, resultan tremendamente atractivos para mí. Inconscientemente voy más allá del objeto mismo, observo la manera en que se estructuran los materiales, como también la composición que éstos generan en la medida que se van aunando; aspectos que generalmente el espectador pasa por alto. Es ahí donde se genera un conflicto de interés y busco que el espectador se reencuentre con ciertas estructuras o lugares cargándolos de un nuevo sentido.

La fotografía parece ser el punto de inicio de tus trabajos, ¿Andas siempre con una cámara a mano? ¿una imagen es la gestora de un proyecto o primero piensas un proyecto y según eso sales en busca de las imágenes?

Nunca decido un proyecto y salgo a buscar imágenes, al contrario, las imágenes me llevan a los proyectos. Cuando veo algo que me interesa le saco una foto con mi teléfono y después vuelvo con mi cámara, cuando paso estas fotos al computador y empiezo a mirarlas detalladamente, en mi cabeza voy tomando decisiones sobre la manera de componerlas. Qué parte de éstas me parece más sugerente dibujar, qué quiero eliminar, donde irán las principales luces y sombras, todo esto según lo que pretenda comunicar. Nunca saco una foto y la dibujo tal cuál, más bien a partir de una determinada imagen, recreo una nueva que contenga lo que me interese trasmitir. Generalmente mis proyectos se desarrollan a partir de elementos toscos de la ciudad, los cuáles trasfiguro a través de mi técnica de trabajo, volviéndolos sutiles, finos. Esta dualidad la he trabajado constantemente a lo largo del desarrollo de mi obra, tal como sucede en ESTRUCTURAL, donde reformulo la mirada del espectador, no como un intento de armonizar un entorno, de por sí burdo, sino con la intención de rediseñar y cambiar esa mirada colectiva que posiciona a la construcción como un espacio tosco, al cual sólo se puede acceder con sumo cuidado y detención.

¿Cómo es un día normal de Isidora Villarino? ¿Eres de rutinas o trabajas de manera más libre?

Soy de rutinas, tengo un horario de oficina en el taller. Generalmente cuando comienzo un proyecto, armo una Carta Gantt para administrar bien mis plazos y poder dejar un margen de tiempo libre antes de llegar a un montaje, pues siempre aparecen inconvenientes o cambios en el camino. El arte se va desarrollando en base a infinitas pruebas, frecuentemente una idea lleva a otra y el trabajo siempre se vuelve más complejo de lo que se pensó. Esto hay que saber asumirlo y solucionarlo, pues la mayoría de las veces ese vuelco lo vuelve más interesante.

Soy independiente y manejo mis tiempos, pero cuando uno está inserto en un proyecto, el trabajo es de 24 horas todos los días, en las noches uno sueña con el proyecto, en el día va resolviendo problemas mientras camina, maneja o va a comprar algún material, las conversaciones con los amigos son fuentes de ideas, todo lo que uno ve puede ser un material a probar. Todo está ligado y los sentidos están siempre alerta frente a lo que puede ser un aporte al proyecto.

Vivir del arte es un verdadero arte ¿Se puede vivir del arte?

¡Se puede! Yo vivo del arte y no soy la única que lo ha logrado. No es fácil, cada proyecto es un camino muy solo, en el que uno se juega todas las cartas para poder desarrollarlo en su totalidad y a veces el proyecto no llega a lo que uno espera y la cosa se vuelve frustrante, ya que la entrega siempre es total y el nivel de compromiso emocional con lo que uno hace es altísimo. Exponemos al público un pedazo de nosotros mismos, en cada proyecto.

Para vivir del arte, el artista tiene que desdoblarse, independientemente que uno tenga una galería que lo represente, si uno no tiene un mecenas que pueda cubrir todas las necesidades que implica desarrollar un proyecto en su cabalidad, el artista tiene que poder ser un gestor cultural, relacionador público, diseñador, constructor, ingeniero y emprendedor, a la vez. Lo esencial es tener convicción en lo que se hace y perseverar.

Cada vez vemos más que, a nivel educativo, lo creativo va perdiendo su espacio. Para ti, ¿Qué tan importante es el arte en la educación?

Es esencial que el arte, en general, tenga un espacio en la educación. Es la única disciplina en la que el ser humano expresa una visión personal y desinteresada de lo que piensa. La creatividad es una herramienta poderosa y a la vez, importante para el desarrollo de otras disciplinas y para la vida, en general.

¿En qué estás trabajando ahora?

Actualmente estoy preparando mi próxima exposición individual en la galería Artespacio, para mayo del próximo año. Tiene que ver con casas en demolición, proyecto que empezó a gestarse con ESTRUCTURAL, en la medida que los espacios en construcción necesitaban de una demolición para poder ejecutarse y ahí empecé a trabajar con la necesidad de un derrumbe para una edificación en la ciudad y cómo, poco a poco, el concepto de casa propiamente tal, se va extinguiendo. Aún no defino cómo se llamará.