ILUMINACIÓN
La esencia del habitar, Milán 2018Texto: Ángela Erlwein, InterioristaImágenes: Gentileza de Ángela Erlwein
Este año se llevó a cabo, nuevamente, la "Fiera del Mobile" en Milán. Todo un mundo de exhibiciones, de productos y de configuraciones espaciales, que nos permiten conocer las grandes tendencias en diseño y decoración, dentro de las cuales y, como un elemento atemporal, me gustaría resaltar la iluminación.
En una exhibición de por sí, la iluminación, es uno de los ejes centrales. Pensando cómo y qué queremos mostrar y aprovechándose de las formas, el uso de la luz es, sin duda, una gran oportunidad al momento de decorar, ya que demarca lo que se quiere exhibir. Desde este punto de vista podemos destacar tres maneras de vivir y utilizar este elemento.
Por un lado, tenemos la iluminación "básica". Aquella que es parte de nuestras vidas, la que nos otorga condiciones mínimas para habitar un espacio. A pesar de ser básica, podemos sacarle un mejor partido, intencionándola. No se trata sólo de poner luminarias en puntos predeterminados, sino utilizarla como un medio para generar un ambiente o dar carácter a un espacio.
Una luz tenue, por ejemplo, nos invita a vivir el espacio de manera más cálida. Así, podemos pasar desde la oscuridad hasta la sobreexposición, según, la intención que queremos resaltar o lo que queramos mostrar. Algo tan simple, como la ubicación, tipo de luminario o ampolleta, puede hacer que un espacio, antes olvidado, cobre vida.
Otra forma de ver la iluminación, es pensarla como una herramienta que nos permite destacar elementos de manera puntual, para que cobren protagonismo dentro de un espacio.
Este punto, mas que funcional, se podría denominar como intencional. Nada mas lindo, que abrir un mueble y encontrar que está iluminado por dentro o una repisa que logra que todo el espacio resalte, porque esta iluminada por detrás. Esta iluminación focal, es la que permite que una escultura, por ejemplo, cobre vida, o que un elemento tan simple como un pedazo de madera, pase a ser una escultura. Y así, con un pequeño gesto, logramos hacer magia: emocionar y resaltar.
Por último, podemos destacar el uso de la luminaria como un elemento decorativo en sí. Si nos aprovechamos del soporte, el objeto pasa a ser una pieza que decora y da vida a nuestros espacios. ¡Para, y por esto, existen una infinidad de diseños!
En la feria de este año, lo aprovecharon de tal modo, que pasó a ser un exponente fundamental. Modelos nuevos, antiguos o usados de maneras tan distintas, a las concebidas originalmente, que lograron que estos elementos se transformaran en algo totalmente distinto.
Lámparas hay para todos los gustos, de todos los tamaños y diseños. Su disposición, forma o intencionalidad puede renovar nuestra habitación, estar o comedor. Puede ser el gran elemento central, puede actuar como un complemento, puede dar carácter u otorgar calidez a un recinto.
El buen uso de la luz como el elemento mismo, la luminaria, nunca va a sobrar en un espacio.
¡Te invito a jugar y descubrir tus espacios desde la iluminación!